Homenaje

En memoria de todas aquellas escritoras que, en silencio, tomaban pluma y papel para expresar todos los sentimientos que llevaban dentro. Algunas tuvieron el reconocimiento merecido, otras, se perdieron tras su anonimato. Nos quedan sus obras para descubrir que construyeron un mundo nuevo. Era el inicio de algo, que sin ser conscientes, iba a perdurar hasta nuestros días. Deseos de libertad, sentimientos encontrados, amores imposibles marcarán sus vidas. Desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, una trayectoria apasionante e inolvidable.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Un mundo nuevo

Entre sombras y oscuridad su alma cansada, agotada de tanto caminar se sumergió en un profundo sueño.

De repente, todo a su alrededor cambiaba. Un mundo nuevo aparecía ante sus ojos. El resplandor del sol cubría todo de un suave calor y su luz iluminaba los caminos que se abrían ante sus ojos.

Alguien se acercó a su lado, le susurraba al oído pero ella se negaba a escuchar esa dulce voz que melodiosa le hacía tambalear. Sus manos se encontraron. Unas manos tibias y suaves como lo era el eco de su voz. Sin darse cuenta, su corazón empezó a latir al compás de sus palabras, de sus caricias. La llevó a un mundo lejano, casi olvidado por ella, y ambos, en ese caminar descubrieron de nuevo la felicidad. Una felicidad nunca realmente encontrada puesto que comprendieron que lo que en un pasado habían sentido alejados eran meros espejismos.
Por fin, había llegado y querían, deseaban, que se quedara con ellos para siempre. ¿Cómo retenerla? ¿Cómo hacer para que habitara en sus almas?
La luz que iluminaba ese espacio que ahora ocupaban se fue tornando poco a poco oscuridad. ¿Por qué desaparecía todo lo que estaba viviendo en esos útlimos momentos? ¿Por qué esa imagen se difuminaba y se volvía a confundir entre las sombras? Desaparecía, se resbalaba como agua entre las manos. El final había llegado nuevamente y ya cansada pensaba que no podría soportarlo una vez más.
Alguien se lo llevó de su lado, alguién más fuerte que ella, más fuerte que esos sentimientos que juntos albergaban. Poco a poco sus manos vacías se aferraban al aire, sus ojos dejaron de ver, su corazón de latir. Su cuerpo casi inerte por la pena y el dolor comenzó a estremecerse.

Súbitamente empezó a sentir en su rostro esa mano que anteriormente la había llevado a ese reino de felicidad. Esos besos que tan dulcemente la habían besado.
Cuando consiguió abrir sus cerrados ojos fue consciente de todo, Él siempre había estado allí y siempre junto a ella la acariciaba para que ese mal sueño lo olvidara...

3 comentarios:

  1. Me ha encantado!!
    es una historia muy bonita,en la que él siempre estuvo con ella :)

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  3. Un texto duro, pero muy profundo y delicadísimo, que agradecemos a Victoria Ramiro y a su pluma. Esperamos de todo corazón que prosiga con su vocación y su actividad literaria.
    Javier Gea

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